lunes, 27 de junio de 2011

Argumento de Nuevo libro

Me he propuesto comenzar otra novela en un formato más serio y me gustaría que me dierais vuestra opinión sobre ello ya que de momento sólo tengo el argumento y el prólogo, mi antigua novela se borró tras el formateo del ordenador a si que como el nombre me gustaba, pero los capítulos no llegaban a convencerme del todo decidí comenzar esta nueva narración espero que os guste.
Perdonar que la  marca de agua se vea tan mal, se ha desconfigurado una vez he subido el documento a la red
Argumento
Espero que os guste y recibir pronto noticias vuestras.
Muchas gracias por leer

miércoles, 20 de abril de 2011

PROBLEMAS CON EL ORDENADOR

Queridos lectores:      
            Siento haber estado fuera tanto tiempo, he tenido problemas con mi ordenador y no pude arreglarlo pero prometo que en cuanto lo arregle seguiré publicando tal y como antes porque tengo varios capítulos escritos. Os ruego que perdonéis mi tardanza, de verdad que odio haceros esperar, pero prometo que dentro de poco publicare de nuevo.
    Gracias por leerme.
                ELLEN

miércoles, 9 de marzo de 2011

AMANTE DE SOLEDAD, Capítulo 2, segunda parte

AQUÍ LES DEJO LA ÚLTIMA PARTE DEL SEGUNDO CAPÍTULO QUE SE BORRÓ DURANTE LA PUBLICACIÓN DEL MISMO, ESPERO QUE LO DISFRUTEN Y SIENTO LA TARDANZA. MUCHAS GRACIAS POR LEER

Ángel había deseado con todas sus fuerzas que ella fuera consciente de todo aquello que confeso esa noche, pero gracias a Dios, a la mañana siguiente recupero su cordura y se dio cuenta de su error, si ella se hubiera enterado no solo se habría disgustado sino que también se habría alejado de él y el no necesitaba eso, la necesitaba a ella a su lado, como amiga o como algo más pero siempre con él, porque la idea de verla alejándose de él le producía un dolor insoportable en el corazón que nadie hubiera podido remediar. Así que decidió que si había una forma de olvidar a Alexandra, no era esa ni mucho menos y abandono la idea, simplemente no le apetecía luchar más, lo asumiría y llevaría todo con la mayor resignación que pudiera por que empezó a pensar que la única forma de olvidarla realmente era olvidándose de ella y no estaba dispuesto a eso, ni ahora ni nunca, y la persona que intentara separarles tendría que competir con el y con su intención de estar siempre con ella fuera como fuera su amistad o su relación. Él la quería, la adoraba, y nada ni en este mundo ni en otro iba a ser capaz de apartarla de él.
      Estuvieron allí sentados toda la tarde, habían quedado en un principio para tomar el té después de comer, pero tenían muchas cosas que contarse así que se alargó toda la tarde. Sus conversaciones no eran sobre ningún tema en concreto sino que hablaban por el mero placer de hacerlo, por que se sentían bien juntos, y porque se entendían sabían lo que el otro necesitaba en muchos momentos y eso prácticamente les hacía inseparables a la vista de la gente que les veía hablando, simplemente se veía desde una complicidad increíble que mucha gente podía poner en duda la mera existencia de dicha complicidad pero existía y ellos eran la prueba viviente, no se necesita más que verles juntos para poder afirmarlo con absoluta certeza.
      -¿Cómo has pasado estos últimos días?- Ángel no había podido verla desde el día en que Mario murió- Quizá debería decirte que lo siento por ti, pero sinceramente no estoy seguro de que tú lo sientas mucho su pérdida.
      -La verdad es que aunque esté muy mal decirlo no, no siento para nada su perdida no deseaba su muerte, ni mucho menos, si que se fuera, pero sólo de mi lado, pero tampoco es que considere su muerte como una gran pérdida. Y estos últimos días han sido horribles, que si funeral por un lado, que si herencia por el otro, que he tenido que hablar con toda su familia, lo cual claro esta en muchos casos era muchísimo mejor que hablar con él pero tampoco hubiera sido mi plan preferido, y finalmente he tenido que cambiar muchas cosas en estos días, según fui capaz de asumir que ya nunca iba a volver y que ahora tenía nuevas alas para volar a donde quisiera recogí las habitaciones, hice limpieza y todo lo que había en nuestra casa que no era mío o que no quería lo metí en cajas, puede que un día de estos valla a darle a su madre las cajas, quizás a ella le apetezca conservar algo de ahí  y si no lo depositaré en un algún lugar para que se lo entreguen a alguna ONG o algo, y que pueda ser utilizado por gente que realmente lo necesite o que simplemente lo quiera, sólo he guardado algunos álbumes de fotos y algunos cuadros de él cuando era mucho más joven, los álbumes me los quedare porque llevan gran parte de mis recuerdos y los cuadros los he guardado en una caja especial para sus padres, supongo que querrán guardarlos como recuerdo.
      -Supongo que me alegro de que lo estés llevando tan bien, en el fondo temía que te pudiera afectar, se que estar casada con él no te hizo ningún bien pero al fin y al cabo fue tu marido y supongo que no debe de ser fácil.
      -Simplemente es complicado... y por cierto algo que no me has contado y de lo que hace mucho que no hablamos: ¿Cómo van tus amoríos?
      -¿Estás insinuándome algo querida amiga? –Ojalá fuera así, pensaba pero sabía que de momento no era así aunque ya encontraría la manera de que lo fuera, era lo que más deseaba en este mundo- ¿ o simplemente la curiosidad no te deja dormir?
      -Ya te gustaría a ti- Dijo Alexandra entre risas- ¿O me vas a decir que no lo estás deseando?
      -Aunque me chinches no vas a conseguir nada conmigo, ya sabes que mi corazón esta reservado sólo y exclusivamente a Jessica Alba, a si que por mucho que intentes tontear conmigo no vas a conseguir nada.-Esperaba que hubiera sonado creíble porque ni él mismo se había creído su propia mentira
      Eso se había convertido en un juego habitual entre ambos, uno chinchaba al otro como si fueran dos adolescentes, pero así conseguían pasar tardes enteras riéndose de cualquier estupidez que se hubiera dicho el uno al otro.
      Así pasaron horas y horas de aquélla maravillosa tarde hasta que el cielo se torno en un tono tan oscuro que era difícil percibir incluso las sombras de lo que era la ciudad de no ser por el alumbrado que daba luz en casi todas las calles.
      -Se ha hecho muy tarde deberíamos regresar a nuestras casas, pero no puedo dejar que te vayas sola a casa, te acompaño.-La agarro del brazo y los dos empezaron a andar juntos hacia su casa.

lunes, 7 de marzo de 2011

SE HA PRODUCIDO UN HERROR EN EL QUE AL IR A PUBLICAR MI ENTRADA EN EL BLOG SE HA BORRADO LA MITAD Y POR ESO LA ULTIMA FRASE NO TIENE SENTIDO, LO SIENTO MUCHÍSIMO Y PROMETO VOLVER A ESCRIBIR TODO EN CUANTO PUEDA, ESPERO QUE TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE LEAN MI ENTRADA NO SE ENFADEN MUCHO CONMIGO Y QUE PERDONEN MI ERROR EN LA PUBLICACIÓN
                          MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LEERME

AMANTE DE SOLEDAD, Capítulo 2

AÑO 2011
  -¿Cómo te encuentras?
  -Bien, es extraño, cuando pasas por todo lo que yo he pasado, crees que no se va a acabar nunca y de repente una mañana te despiertas y todas tus pesadillas se han acabado, yo no hay nada que te impida vivir, te sientes realmente fuerte y realizada y estas deseando vivir y empezar de nuevo con todo; con lo que dejaste atrás, con lo que te perdiste, con las cosas que siempre has querido hacer y nunca has podido. Te ves con ganas de comerte el mundo si hace falta, pero tienes miedo, estas aterrorizada, ves que el mundo se te viene encima y que no puedes hacer nada para evitarlo, tienes miedo a que tu vida se convierta en lo mismo que era antes, a no poder avanzar nunca, y a pesar de todas las ganas que tienes de vivir, a la vez tienes el mismo miedo que tenías antes a la vida, me llamaras cobarde, pero ese miedo no puede desaparecer fácilmente.
  -Nadie, y hazme caso porque nunca  he dicho nada estando más seguro que lo que te voy a decir ahora mismo, nadie en su sano juicio que conozca tu situación y haya estado ahí puede decirte que eres una cobarde, yo que te he conocido, que conozco tu historia, y que se toda la valentía que hay en ti jamás te lo diría, por que tú, querida amiga, eres la persona más valiente y con más ganas de vivir que he conocido jamás, y el miedo a vivir es natural, mucho más dadas tus circunstancias, pero nadie que sepa cómo son las cosas y como ha sido tu vida hasta este momento puede decirte que eres una cobarde, y mucho menos pensarlo.
  Alexandra realmente se sentía muy respaldada por Ángel hacía 3 años que había comenzado su amistad, ahora ella tenía 28 años y él 27 y aunque los últimos años de su vida habían sido horribles desde que conoció a Ángel las cosas habían cambiado mucho, ya no eran iguales en ninguno sentido. Su marido había muerto hace tres días después de años y años de continuas vejaciones, ahora iba a tener una vida propia sin nadie que la vigilara día y noche, pero ese no había sido el mayor cambio de su vida en esos últimos años, él conocer a Ángel era sin duda lo mejor que la había pasado, había aprendido a sentirse querida, respetada, comprendida y sobre todo había comprendido lo que significaba tener un verdadero amigo, alguien que pasara lo que pasara iba a estar ahí contigo por que simplemente te adora, se siente bien con tu compañía y cree que vales algo más de lo que los demás piensan, si ella tuviera más amigos, podría tomar sin ninguna duda a Ángel como mejor amigo, pero ella no tenía a nadie más, la persona que se encontraba frente a ella era la única que había sido capaz de apreciarla por cómo era y pasara lo que pasara en un futuro nunca podría olvidarle a él y a sus gestos desinteresados que le hacían tan especial. Él sin duda era la mejor persona que había conocido nunca. Pensando en eso, recordó que hacía dos años y varios meses en aquel año 2008 en el que sus caminos se habían cruzado él la había mandado flores un día, recordó lo furiosa que se puso, pero a la vez la dicha que recorrió todo su cuerpo; por una parte si Mario hubiera visto las flores le hubiera matado, además aquel gesto podría significar el fin de lo que ya por aquel entonces, era el comienzo de una gran amistad por que si ella le decía que no podía haber nada entre ellos había un gran riesgo de que él se alejara de ella, pero por otra parte nunca había recibido flores, de pequeña siempre soñó con que el día de los enamorados alguien la entregara alguna flor, pero nunca nadie lo hizo y al recibir aquel ramo de preciosas orquídeas en tonos blancos, morados y rosas no pudo evitar sonreír y pensar que quizá su vida si mereciera la pena. Después de el susto inicial Ángel intentó explicarle que no era como un signo de amor por su parte hacia ella sino como un signo de cariño y amistad, y aunque Alexandra no se lo termino de creer del todo, decidió que lo mejor era olvidarlo y dejarlo estar.
  Lo que Alexandra no sabía es que en estos tres años que ha durado su amistad Ángel no ha podido parar ni un solo día de pensar en ella, seguía soñando con ella irremediablemente, y por mucho que había intentado remediarlo y dejar de sentir la pasión que sentía por ella, no había podido. Lo había intentado todo: había tonteado con chicas que jamás hubiera pensado que tontearía e incluso con alguna de ellas intentó mantener una relación estable, pero se había acabado sintiendo peor ya que no solo no conseguía olvidarse de Alexandra sino que encima sentía que estaba jugando con los sentimientos de todas aquellas chicas, así que dejó de lado esa idea y lo intentó bebiendo hasta que su cuerpo no aguantaba más, y descubrió que eso era aún peor en un momento de embriaguez la llamo y la confesó lo que sentía, por suerte había marcado el numero mal y había llamado a una familia de un negocio de Galletas, así que ella jamás escucho esa conversación, era curioso porqué en realidad esa había sido la única conversación sincera sobre sus sentimientos hacia ella y ni siquiera ella lo había escuchado, si lo estuviera viendo desde fuera incluso se reiría de sí mismo, pero le sucedía a el y era lo más frustrante de todo.

martes, 1 de marzo de 2011

AMANTE DE SOLEDAD, Capítulo 1

AÑO 2008
  -Ángel por favor, no me mandes más flores, mi marido se va a enterar un día de estos y no quiero ni pensar en lo que nos va a hacer a ambos, de verdad déjalo ya, estoy casada, no puede haber nada entre nosotros. Además aunque la situación no fuera tal y como es ahora tu y yo pertenecemos a mundos distintos.
   Ángel y Alexandra se habían conocido a principios de ese año y ahora después de 8 meses y en el acalorado mes de Agosto, Ángel no podía parar de pensar en las fantásticas piernas largas de Alexandra que perturbaban sus sueños y hacían que fuera capaz de estremecerse de placer,era curioso que lo único en su vida que fuera capaz de estremecerle en aquél momento fueran las piernas de una mujer, pero era incapaz de resistirse a ella, con lo que eso conllevaba ya que suponía también que fuera capaz de resistirse a sus perfectas curvas, al halo de perfección que la rodeaba, a sus perfectas piernas y su fantástica melena rubia oscura que caían como una cascada en forma de rizos hasta la mitad de su espalda. Para el no había nadie mas perfecto sobre la faz de la tierra, ella sin duda era una de las mujeres más atractivas que él había visto, por no decir que era la más atractiva, pero su marido se dedicaba día si y día no a causar contusiones por todo su cuerpo, y él no lo entendía, ¿Cómo era un hombre capaz de dañar a alguien tan perfecto? pero a pesar de todo ella conservaba toda su perfección, su marido era un canalla, y uno con muy poca inteligencia además, porque estaba visto que no sabía apreciar a la mujer que tenía a su lado, la cual era una mujer fantástica en todos los sentidos. La primera vez que vio a Alexandra atravesar la puerta del bar en el que trabajaba quedó maravillado por su belleza, así que tan pronto como pudo intentó acercarse a ella y hablarle, descubrió que ella amaba hablar y aprender fuera de lo que fuera y amaba la vida en sí misma, no por la belleza de esta, sino precisamente por todo lo contrario, por la aspereza que suponía vivir, había comprendido en muy poco y de muy mala manera que debía apreciar cada pequeño momento de libertad, todos y cada uno de los momentos que la hacían feliz o que simplemente eran capaces de provocarle una sonrisa, quizá así había sido como poco a poco, se había enamorado de ella. Todas las mañanas, ella se sentaba a tomar un café con churros en el ultimo asiento de la barra que quedaba justo enfrente de la cafetera, un tiempo después había descubierto que no era mera coincidencia sino que ella sentía un cierto entusiasmo por el olor del café recién hecho, al principio se limito a observarla desde lejos, miraba maravillado como ella bebía a pequeños sorbos el café hasta que sólo quedaba el rastro del azúcar que no se había disuelto en el liquido, después se comía sus churros y se iba, pero un día se armo de valor y fue a hablar con ella, pero cuando se acercó vio la mancha morada casi negra sobre su parpado y no pudo evitar preguntar
  -¿Qué te ha pasado en el ojo?
  -Es una larga historia... se podría decir que nunca he tenido demasiada suerte- Aunque se notaba tristeza, desamparo y soledad en su voz,en su cara se podía apreciar una leve sonrisa.
  -Aquí, en el bar, he oído algún que otro comentario, pero no me atrevería a decir  si son ciertos o no, al fin y al cabo son sólo rumores y uno nunca sabe hasta que punto esos rumores son ciertos, en fin supongo que debería callarme y limitarme a hacer mi trabajo, lo siento si en algún momento he dicho algo que pudiera ofenderle le aseguro que esa no era ni  mucho menos mi intención.
  Él se giró para alejarse pero un instante antes de que comenzara a andar ella dijo:
  -Me temo...
  Ángel se dio cuenta de que ella estaba esperando a que él le dijera su nombre, a si que se adelanto a decírselo.
  -Ángel, me llamo Ángel
  -En ese caso encantada Ángel, mi nombre es Alexandra, y como iba diciendo; me temo que los rumores que ha escuchado son todos ciertos-Alexandra no sabía porque estaba confiando en aquel hombre, pero sabía y podía asegurar que lo único que realmente sabía con certeza, era que no quería mantener su silencio ni un minuto más.-Aun así, no debería de hablar públicamente de esto y mucho menos con un desconocido.
  -Lo comprendo, aunque déjeme decirla que es usted una mujer preciosa y que cualquier hombre que se haya fijado lo habrá podido apreciar.
  En ese momento ella levantó la mirada, sus ojos brillaban en agradecimiento y su boca perfecta mostraba una sonrisa abiertamente. Desde aquel momento se había iniciado una especie de relación entre ellos hasta que Ángel hacía un par de días le había mandado flores, y ella ahora le estaba rogando que no lo volviera a hacer, era una de las pocas personas en las que ella confiaba y no quería perderle y mucho menos por algo así. Y él aunque no se lo iba a reconocer a ella, lo entendía perfectamente, comprendió que debía mantener su amor por ella escondido hasta que fuera el momento adecuado para declarar todo lo que sentía y abrir su corazón a aquella maravillosa mujer, porque sabía que lo haría antes o después al igual que sabia que ella estaba confundida y que ellos tenía más en común de lo que ella pensaba.